miércoles, 18 de noviembre de 2015

Avance Informe Bibliográfico

Efectividad relativa de la fisioterapia en el tratamiento de niños con retraso psicomotor

I.               Introducción

Una de las causas más frecuentes de consulta en el ámbito clínico, tras la disminución de enfermedades infecto-contagiosas en el último tiempo, es el retraso en el desarrollo neurológico. Esto se traduce en retraso en el desarrollo psicomotor que afecta a gran parte de las población, entre un 29% y un 60% de los niños en países pertenecientes al cono sur. En Chile, un 30% de los niños está en riesgo y 11% presenta retraso del desarrollo psicomotor. (Schonhaut L., et al.)
La detección precoz es vital para el tratamiento oportuno, lo que va a significar grandes beneficios para el niño y su familia. Para esto se utilizan ciertas pruebas estandarizadas al momento de asistir al control de niño sano. Dicha prueba es realizada por una enfermera y se repite un par de veces para verificar el avance del niño (en caso de que se le haya detectado algún problema inicialmente). Esto difiere enormemente de lo que ocurre en el sistema privado de salud, en que el control de los niños no resulta obligatorio. Dado todo esto, es que se puede apreciar una elevada tasa de diagnóstico oportuno de retraso en el desarrollo psicomotor.
Los efectos de esta patología se pueden apreciar en la motricidad gruesa, motricidad fina, audición, lenguaje y relaciones interpersonales.  Que con el avance del tiempo se van haciendo más graves y evidentes. Por esto es que existen métodos para el diagnóstico precoz (mencionados anteriormente) y que permiten empezar lo antes posible con el tratamiento, que apunta principalmente a mejorar los aspectos físicos que el retraso neurológico conlleva. En este sentido, los objetivos del tratamiento son adaptados a cada niño dependiendo de las áreas afectadas y apuntan a lograr hitos motores correspondientes a su edad y a trabajar objetivos hasta su adquisición y uso funcional.     
Ejemplos de tratamiento son la relajación, masajes, juegos, farmacoterapia, intervenciones quirúrgicas, estimulación temprana y fisioterapia. Sin embargo, no existe suficiente evidencia para que un doctor  terapeuta pueda recomendar un tipo de tratamiento por sobre otro. (Weitzman, 2005)
En relación con esto último, se han escrito numerosos artículos que buscan esclarecer qué terapia es mejor, pero sin llegar a conclusiones definitivas. Por esto, es necesario preguntarse sobre la efectividad relativa de cada tratamiento y su aplicabilidad en disitntas partes, para que así los clínicos puedan recomendar, en base a la evidencia, un tratamiento a este grave problema que afecta a miles de niños en Chile.
Para revisar esto es que en el presente informe bibliográfico se propone estudiar la efectividad relativa de la fisioterapia en el tratamiento de niños con retraso en el desarrollo psicomotor. De forma de cumplir con este objetivo, se buscará información sobre resultados obtenidos con la fisioterapia en el tratamiento de niños.
En primer lugar se describirá en qué consiste la fisioterapia, para luego pasar a revisar los efectos positivos y negativos que esta ha tenido, utilizando estudios de caso y control. Finalmente, se comparará la fisioterapia con otros métodos de rehabilitación como los mencionados anteriormente.

II.              La fisioterapia

La fisioterapia es una disciplina del ámbito de la salud que se ofrece como alternativa de tratamiento no farmacológico. Se basa principalmente en técnicas de ejercicio, calor, frío, luz, agua y electricidad. Su principal objetivo, según la Confederación Mundial para la Fisioterapia, es facilitar el desarrollo, mantención y recuperación de la máxima funcionalidad y movilidad de la persona.  El funcionamiento de la fisioterapia se refleja en la cinética y el movimiento corporal.
En el caso de su aplicación para tratar el retraso en el desarrollo psicomotor infantil, se utiliza una intervención especializada a nivel neurológico, traumatológico y cardio-respiratorio. En consecuencia, se pretende normalizar el desarrollo a nivel global, aprovechando la plasticidad neuronal. El tratamiento irá orientado a obtener mayor autonomía y funcionalidad, que por diversas razones es afectado a nivel neurológico. Además, se buscará mejorar las reacciones, el equilibrio, la fuerza y la destreza motriz, teniendo siempre en cuenta la integración cognitiva que también puede haber sido afectada. Para este último caso, se trata de fomentar la creatividad y afectividad por medio del asesoramiento y el apoyo necesario de la familia., que también se incluye como uno de los pilares fundamentales de la fisioterapia. Este punto se cumple a través de juegos específicos orientados a mejorar la relación familiar y el pensamiento del niño.

Bibliografía
Committee of children with disabilities: Developmental surveillance and screening of infant and young children. Pediatrics 2001; 108(1):192-195.

Schonhaut L., Rojas P., Kaempffer A. Factores de riesgo asociados a déficit del desarrollo psicomotor en preescolares de nivel socioeconómico bajo. Comuna urbano rural, Región Metropolitana, 2003. Rev Chil Pediatr 76 (6); 589-598, 2005.

Weitzman M. Terapias de Rehabilitación en Niños con o en riesgo de Parálisis Cerebral. Rev. Ped. Elec . [Internet]. 2005. [cited 2015 Oct 4]; 2(1). Available from: http://www.revistapediatria.cl/vol2num1/pdf/8_terapias_en_paralisis.pdf

Schonhaut L., Herrera M., Acevedo K., Villarreal V. Estrategias de pesquisa del déficit del desarrollo psicomotor en atención primaria Rev. Ped. Elec . [Internet]. 2008. [cited 2015 Nov 16]; 5(3). Available from: http://www.revistapediatria.cl/vol5num3/3.html

Schlack L. Retraso del Desarrollo Psicomotor. Manual de pediatría UC. [Internet]. [cited 2015 Nov 16]. ). Available from: http://escuela.med.puc.cl/paginas/publicaciones/manualped/RetrDessPs.html



domingo, 1 de noviembre de 2015

Propuesta de investigación

Como concluye la doctora Mariana Weitzman en su revisión “Terapias de Rehabilitación en Niños con o en riesgo de Parálisis Cerebral” (2005), no existe suficiente evidencia para que un médico pueda indicar un tipo de terapia por sobre otra. En este contexto, me dedicaré a estudiar la efectividad relativa de la fisioterapia y kinesiología en el tratamiento de niños con retraso psicomotor.
Resulta de suma importancia abordar este tema ya que  se estima que la prevalencia de retraso en el desarrollo psicomotor es entre un 29% y un 60%, lo que está muy por atrás de los países desarrollados que presentan tasas del 12% al 16%. Por eso, si queremos llegar a ser un país desarrollado, es una situación que se debe enfrentar con medidas preventivas y paliativas. (Schonhaut L. et al. 2005)
Actualmente, el diagnóstico de retraso en el DSM es muy efectivo y se realiza en los controles de niño sano  al que todo infante perteneciente al sistema público de salud en Chile debe asistir (o ser llevado).
En vista de la falta de información respecto al tratamiento, el objetivo será investigar los resultados obtenidos con el uso de fisioterapia en el tratamiento de niños con retraso en el desarrollo psicomotor. Para esto será necesario establecer:
·      ¿En qué consiste la fisioterapia?
·      ¿Hay evidencia de efectos adversos?
·      ¿Hay estudios que avalen el uso de la fisioterapia?
·      ¿Cómo se compara con otros métodos de rehabilitación?

Además será importante definir que la literatura a usar debe ser reciente (últimos 15 años) y con valores significativos.

Referencias:
Weitzman M. Terapias de Rehabilitación en Niños con o en riesgo de Parálisis Cerebral. Rev. Ped. Elec . [Internet]. 2005. [cited 2015 Oct 4]; 2(1). Available from: http://www.revistapediatria.cl/vol2num1/pdf/8_terapias_en_paralisis.pdf

Schonhaut L., Rojas P., Kaempffer A. Factores de riesgo asociados a déficit del desarrollo psicomotor en preescolares de nivel socioeconómico bajo. Comuna urbano rural, Región Metropolitana, 2003. Rev Chil Pediatr 76 (6); 589-598, 2005.

lunes, 5 de octubre de 2015

Reseña “Terapias de Rehabilitación en Niños con o en riesgo de Parálisis Cerebral”

Weitzman M. Terapias de Rehabilitación en Niños con o en riesgo de Parálisis Cerebral. Rev. Ped. Elec . [Internet]. 2005. [cited 2015 Oct 4]; 2(1). Available from: http://www.revistapediatria.cl/vol2num1/pdf/8_terapias_en_paralisis.pdf
De gran relevancia es el bienestar de las personas, considerado no sólo en el ámbito físico, sino también psicológico y social. Cualquier alteración de alguna de estas tres áreas podría llevar al deterioro de la integridad personal. Por este motivo resulta de gran importancia el tratamiento del retraso en el desarrollo psicomotor, que puede llegar a ser causado por la parálisis cerebral infantil (PC). Esta parálisis es un importante problema de salud que se constituye como la principal causa de discapacidad física en la infancia y cuya incidencia no ha variado en los últimos años. En general presenta una gran discapacidad y según su origen y clasificación, puede comprometer las cuatro extremidades o solo dos de ellas. Además del deterioro físico, la parálisis cerebral tiene otros problemas asociados como el déficit cognitivo, epilepsia o alteraciones sensoriales. Respecto a los tratamientos, el rol de la terapia física es evitar las contracturas  y ayudar en el desarrollo de la musculatura, la fuerza, posturas y movimientos.

El problema es que hay poca evidencia sobre la efectividad de los tratamientos, por lo que es difícil para un médico poder indicar una terapia específica a sus pacientes. En consecuencia, la revisión publicada en la revista pediátrica eléctronica por la doctora  Mariana Weitzman “Terapias de Rehabilitación en Niños con o en riesgo de Parálisis Cerebral” resulta ser una importante guía para las personas respecto al tratamiento adecuado, y para los doctores en cuanto se establece una falta de literatura que debe motivarlos a investigar más sobre este tema.

El trabajo parte con una referencia a un estudio realizado en el Reino Unido respecto a la demanda y utilización de los servicios de salud por parte de los niños con parálisis cerebral. Los resultados de este son que 96% de los pacientes entre 4 y 14 años habían acudido al kinesiólogo en los últimos 6 meses, 69% a terapeuta ocupacional y 60% a pediatra. Del primer grupo, 83% acudía a al menos una sesión semanal. La autora comenta que el problema con este estudio recae en la falta de descripción de la modalidad de intervención física y la falta de evaluación respecto a los resultados de las intervenciones. En seguida, la doctora considera los datos epidemiológicos respecto a la oferta de terapias y plantea que es necesario obtener más evidencia para poder tomar decisiones médicas mejor fundamentadas respecto a la modalidad de intervención ideal. En cuanto a las modalidades se pude distinguir el enfoque neurofisiológico y los de intervención temprana, ninguno de las cuales se puede evaluar eficazmente dado que, como comenta el texto, no tiene una dosis estándar y porque es difícil separar el efecto de la terapia de una amplia gama de veriables involucradas.

En la seguna parte de la revisión, la autora hace referencia a un artículo publicado en el año 2002 en Developmental Medicine and Child Neurology, que es una revista enfocada a estos problemas de neurodesarrollo. Aquí, el trabajo citado por la autora compara los métodos de intervención motora que no incluyen farmacoterapia e intervenciones quirúrgicas entre los periodos 1980-1989 y 1990-2001. Se concluye que en el primer periodo no se pueden extraer conclusiones debido al uso de muestras muy pequeñas, mediciones pobres o problemas con los grupos de estudio. Respecto al segundo periodo se destaca la incorporación de instrumentos y escalas de evaluación, y las descripciones detalladas sobre las características evaluadas. Sin embargo, se menciona que casi un tercio de los niños incluidos no tenía un tipo de compromiso motor detallado, lo que imposibilita su comparación con otros grupos, además de múltiples otros problemas como el número reducido de casos y la falta de control en el tiempo de tratamiento. Se finaliza esta sección reiterando la falta de resultados positivos a favor de las terapias , lo que no permite sugerir, fundamentadamente,  su aplicación.

En la última sección del texto, la doctora toma en cuenta una revisión publicado en el año 2001 por La Academia Americana de Parálisis Cerebral y Medicina del Desarrollo sobre las terapias de neurodesarrollo. En este se incluyeron 21 trabajos con un total de 416 pacientes. Se definieron 101 variables que fueron analizadas con distintas metodologías. Solo dos de estos estudios identificaron el número necesario de pacientes para poder encontrar diferencias, pero ninguno logró alcanzarlo. Finalmente  se revisa el rol de la estimulación temprana según un estudio del Centro de Restauración Neurológica de La Habana, en el que no hay análisis estadistico sobre la mejora de PC por estimulación temprana, aunque se sugiere que sí podría ayudar al desarrollo integral de las personas.

Se termina concluyendo  que, como ya se mencionó anteriormente, no existe evidencia suficiente respecto a la eficacia de los tratamientos como para que el médico pueda indicar un tipo de terapia por sobre otra. Por esto es que la autora plantea la necesidad de mantenerse actualizados y estar atentos a los nuevos estudios que van apareciendo respecto al tema.

Como valoración, es improtante considerar que la revision hecha por la doctora Mariana Weitzman ya tiene diez años de antigüedad, por lo que desde la fecha podrían haberse publicado nuevos estudios concluyentes respecto al tema. Tomando en cuenta el contexto de la época, el texto es bastante conlcuyente y una buena fuente para todo tipo de personas (no necesariamente expertas en salud) que indica la necesidad de buenos estudios y en palabras simples explica que no se puede sugerir, fundamentadamente, un tipo de terapia por sobre otra. Por otro lado, es de suma relevancia destacar que este artículo incluye un gran número de estudios previos para su revisión, los cuales, a su vez, también incluyen muchos estudios. Por consiguiente, las conclusiones obtenidas son bastante orientadoras para la comunidad científica y los potenciales pacientes. A pesar de esto, considero que se debieran haber incluir ciertos parámetros respecto a valores p e intervalos de confianza de los estudios revisados por la autora, además de estudios de riesgo para comparar entre los grupos control y los con tratamiento. Hubiera sido bueno que se definiera precisamnte qué es lo que debe contener un estudio exhaustivo y concluyente sobre el tema, para así poder orientar a los clínicos en su investigación. Esto último debido a que a lo largo del texto hay muchas sugerencias de perfeccionamiento de los estudios, pero solo se menciona lo que esta mal, no lo que que hubiera sido idóneo. Además, estas sugerencias estan bastante dispersas. Se podrían haber considerado todas juntas en la conclusión.

En conclusión, este texto constituye una buena fuente de información para la época. Las conclusiones son muy pertinentes y referentes, y espero haya sido considerado dentro de las opiniones de los profesionales de la salud,  para que ojalá pronto existan soluciones a estos problemas tan graves como el retraso en el desarrollo psicomotor, que día a día afecta a los niños de nuestro país. Es interesante que hasta el momento no se hayan hecho buenos estudios respecto a este tema, que no se tengan “dosis” recomendadas de tratamiento o métodos claros. Por esto es que las indicaciones hechas por la doctora podrían ser organizadas y tomadas en cuenta para la elaboración de un buen trabajo.






sábado, 19 de septiembre de 2015

Reseña texto académico

Luisa Schonhaut B., Paulina Rojas N., Ana María Kaempffer R. Factores de riesgo asociados a déficit del desarrollo psicomotor en preescolares de nivel socioeconómico bajo. Comuna urbano rural, Región Metropolitana, 2003. Rev Chil Pediatr 76 (6); 589-598, 2005.

El bienestar de la población se puede asociar a diferentes áreas biopsicosociales en las que se ve enmarcada una persona. De esto se deriva que cualquier dificultad en alguna de estas áreas puede llevar a una disminución de la calidad de vida, haciendo que  el objetivo del equipo de salud, así como el del Estado no sea cumplido. Por esto resulta muy importante pesquisar cualquier tipo de trastorno en el desarrollo psicomotor (DSM) de los niños, lo que acarrea problemas a corto, mediano y largo plazo. Este desarrollo corresponde a la adquisición de habilidades, principalmente motoras, que se adquieren a lo largo de toda al vida y tienen como principal objetivo obtener la capacidad de interactuar con el mundo.
El estudio realizado por los doctores de la Universidad de Chile “Factores de riesgo asociados a déficit del desarrollo psicomotor en preescolares de nivel socioeconómico bajo. Comuna urbano rural, Región Metropolitana, 2003” resulta importante  para identificar los problemas existentes y dar una pauta de acción a los distintos profesionales del equipo de salud, así como también a las autoridades, para evitar problemas futuros. Como se indica en el texto:  “La ciencia ha demostrado que el desarrollo cerebral en la infancia temprana es un factor determinante de la salud, aprendizaje y conducta a lo largo de toda la vida. Alteraciones del desarrollo se relacionan con bajo rendimiento y deserción escolar, trastornos psiquiátricos, emocionales y conductuales, déficit en las habilidades sociales y morbilidad en la adultez.”
En general, se asocia un retraso en el DSM con los niveles socioeconómicos más bajos, debido en gran parte a la existencia de condicionantes que dificultan el normal desarrollo  y adquisición de estas habilidades. Estas “diferencias dependientes de la clase social existen desde el nacimiento y se presentan de manera evidente a partir del tercer año de vida, siendo sus consecuencias más deletéreas si la pobreza está presente desde etapas precoces.”
En Chile se estiman tasas del 29% al 60% de retraso en el DSM, lo que está muy por atrás de los países desarrollados que presentan tasas del 12% al 16%. Por eso, si queremos llegar a ser un país desarrollado, es una situación que se debe enfrentar con medidas preventivas y paliativas.
Actualmente existen diversos exámenes y tests que se realizan a los niños en los controles de niño sano en los diferentes Centros de Salud Familiar (CESFAM) de nuestro país. Con estos se pretende detectar precozmente cualquier alteración y tratar con eficacia a los niños.
En el estudio realizado, se pretende confirmar que en preescolares del nivel socioeconómico bajo existen factores de riesgo ambientales identificables para un inadecuado desarrollo psicomotor.
Para esto se realizó un estudio observacional analítico a preescolares de 4 años de un CESFAM de una comuna urbano rural del área norte de la Región Metropolitana, en el aó 2003. Según los autores, “Dicha comuna tiene bajo control 610 niños nacidos en el año 1999. Durante el año 2003 se aplicó el test TEPSI a 541 PE (preescolares) en el control correspondiente a los 4 años. Se catalogaron 84 con déficit en el DSM, equivalente al 16%. El test fue realizado por un sólo calificador entrenado, destinado para dicha actividad.” Para la selección del grupo de estudio se solicitaron las fichas de los 84 niños catalogados con déficit, obteniéndose 79 de estas (94%). Además, como grupo control, se consideraron 90 niños que habían obtenido puntajes normales. Es importante destacar que dentro de los criterios de exclusión se considera la preexistencia de patologías congénitas asociadas a compromiso neurológico y aquellos sin otros antecedentes aparte del TEPSI. Esto resulta ser importante ya que si se pretende estudiar factores de riesgo, el considerar patologías congénitas solo desviaría el estudio a factores conocidos y que no se relacionan con el ambiente, lo que además se traduce en la imposibilidad de prevención (no se puede prevenir el síndrome de Down).
Según los resultados del estudio, el déficit de DSM fue tres veces más frecuente en varones, familias de mayor pobreza, tardía captación por parte del CESFAM, no asistir a educación preescolar e hijos de madres analfabetas.
Como valoración del texto académico, se puede considerar pertinente respecto a una primera aproximación a los condicionantes que afectan a los niños y familias de niveles socioeconómicos más bajos y que se puede llegar a ver reflejado en el desarrollo psicomotor. En general, existen otros factores que puede influir y sería interesante analizarlos, pero no se logró obtener una significación estadística (p<0,05). Estos serían el número de hijos y el hacinamiento, lo que, a priori, sí pareciera tener influencia en el DSM. Dado que el estudio es retrospectivo y la prevalencia es mayor al 10%, el OR podría estar sobreestimado. Tampoco se puede saber el tiempo que estuvieron en educación preescolar, terapias de estimulación motora o algunos factores relacionados con los estímulos del hogar.
Por otro lado, solo se estudiaron aquellos niños que reprobaron el TEPSI, siendo que este es un test de tamizaje y no diagnóstico ni de seguimiento. Las implicancias de esta metodología recaen en que, al repetir el mismo test, el niño tiene una mejor ambientación y conocimiento de las preguntas. No se consideraron aspectos cualitativos relacionados con el desarrollo de los niños, los que pueden llegar a significar un complemento al DSM.
Finalmente, el tamaño muestral es significativamente pequeño en comparación a la población chilena, pero sí tiene un tamaño adecuado para el CESFAM. Como consecuencia de esto, la generalización de los resultados es muy difícil y los aportes de este estudio se reducen a la localidad.

Las conclusiones del estudio parecen ser bastante pertinentes. Se logra cumplir con el objetivo y comprobar la hipótesis. Las recomendaciones entregadas también son adecuadas, especialmente las relacionadas con la educación que se debería entregar en los CESFAM por parte de los equipos de salud. Como se mencionó anteriormente, se debería hacer un estudio similar con un tamaño muestral más grande y representativo de la población para así obtener recomendaciones que puedan ser útiles para todo Chile.